En el evangelio de hoy, Jesús nos revela una verdad que invita a la reflexión:
“Mis ovejas escuchan mi voz”. Sin embargo, en nuestra realidad cotidiana, muchos han dejado de escuchar esa voz, especialmente cuando creen que ya no necesitan a Dios. Es doloroso ver cómo algunos optan por caminos de confusión, dejándose llevar por el enemigo y rechazando a quienes Dios ha enviado como mensajeros de fe. Esta reflexión nos interpela a revisar nuestra vida espiritual y a preguntarnos: ¿estamos realmente escuchando la voz del Buen Pastor?Es momento de abrir el corazón a la verdad de Cristo y dejar de lado el orgullo que nos aleja de Él. Para ello, te invito a reflexionar profundamente con esta poderosa oración, en la que pedimos discernimiento para reconocer Su voz, liberación de las dudas que nublan nuestra fe y un arrepentimiento sincero que nos acerque nuevamente al amor de Dios. No dejes que el ruido del mundo apague el llamado de Jesús: escucha, cree y sigue al Pastor que da vida en abundancia.
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