"Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre." – Juan 6,51
En la Eucaristía no recibimos un símbolo, ni una idea, ni un recuerdo… recibimos a Cristo mismo, real y verdaderamente presente: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Este es el corazón latente de la Iglesia. Es la medicina del alma, el refugio del cansado, el alimento del peregrino.
Más que un rito, un encuentro real
Muchos católicos asisten a misa sin comprender el misterio que acontece frente a sus ojos. En el altar, el mismo Jesús que se entregó en la cruz, se hace presente bajo las especies humildes del pan y del vino. La Eucaristía es el cielo tocando la tierra. Es Jesús diciéndote: “Aquí estoy, te amo, me doy todo por ti”.
¿Por qué necesitamos comulgar con fe?
Porque la Eucaristía no es magia. Es un sacramento de amor que necesita un corazón dispuesto. Cuando comulgamos con reverencia, con gratitud, con fe viva, algo cambia dentro de nosotros. Jesús no entra en nosotros para quedarse quieto: Él viene a transformar, a sanar, a levantar lo que está caído.
- 🕊️ ¿Tienes miedo? Jesús en la Eucaristía es tu paz.
- ❤️ ¿Te sientes solo? Él se une íntimamente a ti en cada comunión.
- 🔥 ¿Estás apagado espiritualmente? Él es fuego que enciende el alma.
Adoración: permanecer en Su presencia
La Eucaristía no es solo para recibir. También es para contemplar. La adoración eucarística es ese tiempo donde nos sentamos a los pies del Maestro como María, la hermana de Marta. No siempre es necesario hablar, basta con estar. Allí, en el silencio, Jesús te mira con amor y te restaura.
La Eucaristía transforma
Cada comunión es una oportunidad para ser más como Cristo. Si te unes verdaderamente a Él, terminarás amando como Él, sirviendo como Él, perdonando como Él. La Eucaristía no solo alimenta: forma discípulos.
Señor Jesús, gracias por quedarte con nosotros en la Eucaristía. Que cada vez que te reciba, mi alma se fortalezca, mi corazón se renueve y mi vida refleje tu presencia. Amén.
🍞 Redención FM – Pan de vida para el alma que tiene hambre de Dios.
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